Objetivo: ayudar a los jóvenes a abandonar su búsqueda de aceptación mostrándoles que tienen un lugar en Cristo

Introducción: Una de las grandes presiones que los adolescentes enfrentan es la aceptación. A todos nos gusta caer bien, pero  especialmente los adolescentes son cautivados por el deseo de profesar una identidad que sea única y aun así parecida a la de los otros de sus edad. Todos queremos amigos, y todos queremos aceptación de nuestros amigos. Pero esta ansiedad por ser aceptado puede guiar a los individuos a  dar pasos equivocados seguidos de insatisfacción y vacío.

El ídolo de la aceptación puede guiar a la gente a cambiar su identidad. Un joven que ha estado comportándose bien en una escuela puede cambiar radicalmente en otra escuela con una nueva cultura y un nuevo grupo de amigos. Sin un entendimiento de nuestra verdadera identidad en Cristo. Podríamos cambiar lo que somos como nos cambiamos de ropa.

Cuando el apóstol Pablo escribió a los Gálatas, ellos estaban teniendo crisis de identidad. Ellos empezaron a crecer en la gracia de Cristo pero rápidamente cambiaron para practicar el Legalismo y la Tradición Judía. Pablo se identificó como un apóstol de Dios, no de hombres ( Gal 1:1) y declaro enfáticamente a quien estaba interesado en servir Gal 1:10  Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

En una cultura que demanda conformidad, ¿cómo pueden los familiares y jóvenes ayudar a un adolescente que está cambiando para mal con el objetivo de ser aceptado?

1-Identificar a los adolescentes que están buscando aceptación aparte de la que ya tiene en Cristo  

Hay algunas señales de advertencia que muestran que el adolescente está cambiando su comportamiento motivado por el deseo de aceptación; Un cambio repentino en la manera de vestir, un cambio de personalidad, se muestra defensivo por sus amigos y sus actividades.

Esto sucede cuando entra a un nuevo grado, a una nueva escuela, los adolescentes están bajo dos presiones 1- la nueva oportunidad y 2- Conformar la nueva identidad.

Este es el centro del asunto. Es imposible agradar a Dios y al mismo tiempo agradarse asimismo. Un corazón cuyo deseo es solo agradarse asimismo y a otros, tiene su motivación en el orgullo. Tales personas quieren más la aceptación de los hombres que la de Dios (Juan 12:43  Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.).

2-. Ayúdele A Reconocer Su Verdadera Aceptación en Cristo.

Pablo dijo que por la gracia de Dios fuimos hechos aceptos en el amado (Efesios 1:6  para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,) Aunque Dios no siempre aprueba nuestro comportamiento, él nos ama y nos acepta condicionalmente en Cristo porque estamos en Cristo. Tenemos temor del rechazo, pero nos brinda seguridad el saber que Dios no nos rechaza y nos ayuda a mejorar si hemos sido aceptados por El.

3.-Personalmente Muéstreles Amor y Aceptación

La verdadera aceptación de Dios no será real para la gente joven a menos que no la modelemos en nuestra relación con ellos. Somos amistosos con los adolescentes que “nos caen bien” y fríos con aquellos que están batallando? Buscamos relacionarnos con el joven callado que busca los lugares apartado aun en la iglesia o lo dejamos que gana aceptación por su propia cuenta? Nuestro lugar como mentores en las vidas de la gente joven es una gran oportunidad y responsabilidad de mostrarle como Cristo trata a la gente.

Los adolescentes que cambien de comportamiento cristiano por ganar la aceptación de sus compañeros simplemente no conocen bien a Dios. Un corazón que desea agradar a Dios genuinamente es motivado por su amor a El y el aprecio a su sacrificio de Cristo en La Cruz. Predica el amor de Cristo, demuestra su aprecio por lo que hace Cristo en su vida. Ayudemos con amor a los que batallan por aceptación y están atrapados, intervinamos y mostrémosles el camino correcto!

Marzo 4, 2013

Domingo cuadra